miércoles, 13 de octubre de 2010

FANTASIA-1

Cuando Ingrid llegó a la dirección que tenía apuntada en un papel arrugado se sorprendió del sitio, se trataba de una oficina desocupada situada en la planta baja de un edificio, se accedía desde el portal. Parecía que hacía tiempo que no iba nadie por allí. Empujó ligeramente la puerta que estaba entreabierta, entró y cerró detrás de ella. En la oscuridad notó como alguien se acercaba y ponía sus manos sobre su cintura, empezó a recorrer su cuerpo con ansiedad, a apretarle las tetas con las dos manos. Estaba tan pegado a ella que apenas podía respirar, pero le gustaba y excitaba.

Luchó contra el cinturón y la cremallera de su pantalón para poder llegar hasta la polla que la volvía loca, apenas la rozó con los dedos para metérsela en la boca y ya estaba dura. De rodillas delante de él y ya acostumbrados a la ocuridad podían entrever gracias a la claridad que se colaba entre las rendijas de las persianas. El la obligó a levantarse, le dió un beso muy húmedo en la boca y colocándose tras ella la invitó a incliarse hacia delante. En esta postura, agarrándose a sus propios tobillos y con el pelo revuelto y esparcido esperaba a que él arremetiera con su polla contra su culo penetrándola, era el momento de respirar hondo y gritar de placer a la vez que sentía como él se derramaba por sus piernas.

Advertencia: No realizar esta postura si no se tiene un gran sentido del equilibrio, peligro de romperse los incisivos superiores e inferiores.