Yo sola me convencí para aquella experiencia. Era una de esas cosas que crees que no vas a hacer jamás. Miento si digo que no se me pasó por la cabeza. El caso es que cuando me lo propuso pensé que se había vuelto loco pero le fuí dando vueltas y más vueltas y logré encontrar una variante que nos podría venir bien a ambos. Yo me pregunto por qué los hombres tienen todos la misma fijación: ¿qué le pueden encontrar al maravilloso trío? Lo gracioso es que cuando accedes y les dices:-Vale, estoy preparada, busca a un amigo y lo hacemos-. Ellos corriendo te responden:-No, no, yo me refería tú, yo y otra mujer-.Claro que yo lo sabía desde es principio, sólo lo estaba poniendo a prueba.
Bueno, pues así mismo sucedió, yo desde luego no iba acceder porque el resultado estaba claro, como conmigo ya sabía como era pues sencillamente se dedicaría a la otra, y yo tendría que acabar montándomelo como pudiera e improvisando, y a mí ,como dijo un conocido personaje de televisión, me encantan que los planes salgan bien, sobre todo los míos.
Mira por donde se me ocurrió la solución: un cuadruplo o como se diga. Así, todos contentos, para mi asombro, él accedió.
Lugar: hotel de cuatro estrellas, a una estrella cada uno, económico.
Día y hora: próximo sábado por la noche después de un par de tragos, no más, si no luego te pierdes, ten en cuenta que al final son ocho piernas y ocho brazos.
Y ¿quiénes?, pues bien, decidimos traer él a una amiga y yo a un amigo, así más tarde no tendría que odiar a ninguna conocida.
Conclusión: Fue una gran idea. Yo llevé un buen invitado, un chico con clase, altamente educado y cualificado para la ocasión, con un cuerpo maravilloso lleno de músculos y muy tentador, ¿qué dónde lo encontré? Bueno, pues...sencillamente ya estaba ahí, le conocía de antes, sin más y en cuanto se lo propuse sus ojos se achisparon y su bragueta se abultó.
Y ella, lo de ella no era ningún misterio, seguramente algún antiguo ligue o no tan antiguo. Tenía unas tetas enormes, cara de muñeca y un culo precioso, vamos perfecta. En el momento en que la ví pensé:-Me voy a aburrir tremendamente, la muy cabrona está buenísima y no me van a hacer ni caso-.
Tremendo error, la tía era perfecta en todo, y claro le encanté, fue fenomenal. Imaginaros, hotel perfecto, noche ideal, calentón irracional, y el mejor elenco de personajes...otro día os lo sigo contando.